Ojos

Ví una pintura de una persona con "la noche estrellada" en los ojos.

Me recordó a esos ojos que amo, esos ojos que tienen tantos paraisos reflejados y que llegaron a estar nublados con lluvias, gotas, mares, charcos, océanos.

Algunas veces en menores intensidades, a veces con mayores tsunamis, tsunamis donde me llegue a inundar, donde nadaría hasta tocar fondo, ver de donde viene tanta agua. Volver esos mares, esas tormentas, fogatas, incendios calidos, hogueras, antorchas que en la obscuridad iluminen y muestren un camino donde pisemos sin mirar abajo, confiados de que no nos caemos donde no hay charcos que nos ensucien, que de esos ojos salgan chispas y no goteras.

Fuego, agua, mares, incendios, tan diferentes uno del otro, pero los dos causan caos, caos que trae reconstrucción, relación, compasión. Y siempre pienso que el caos muchas veces es necesario para traer orden, ¿orden y caos? como el fuego y el agua no se mezclan porque uno destruye al otro, uno desintegra al otro, luna, sol, claros ejemplos de opuestos, pero mi luna que eclipsa mi sol, mi agua que apaga mi incendio, mi orden en mi desastre que organiza mis movimientos, movimientos que no son bruscos que son guiados en un hermoso orden, orden en mi desastre que me hace pensar que mi desastre no es tan malo como lo pintan, que es una pintura incomprendida que vista por los ojos del perfecto se ve rota cuando en realidad esta lista, que en los ojos del injusto no tiene lugar, y en los ojos del orden es falta de espacio, espacio que el orden busca, donde el orden brinda uno cuando el desastre se queda a un lado. Cuando nadie quiere mirar al desastre que quedó después de la inundación y la oscuridad que dejo la luna, hay un sol de fuego que desnuda al desastre y lo alumbra para que llegue ese orden y lo ayude a no sentirse tan desastroso cuando lo miran esos ojos opuestos, que con mirar podes desifrar lo que piensa, como se siente, y por el desastre que también paso y logro ordenar amando cada segundo, curando, llenando grietas que lo quebraron.