Ojalá la vida avisara cuando es la última vez

Ojalá la vida avisara cuando va a ser la última vez...

Si avisara cuándo es la última vez, tal vez miraríamos distinto. Abrazaríamos más fuerte, miraríamos con más amor, y guardaríamos en el pecho cada momento como un tesoro.

Nos aferraríamos con más fuerza, besaríamos más lento, diríamos más "te amo" sin miedo.

Ojalá avisara:

que esa sería la última navidad con la familia completa, que ese sería el último domingo en familia, que ese amigo con el que reías ya no estaría mañana, que tus abuelos ya no volverían a esperarte con la merienda hecha, ni con historias viejas que ahora darías todo por volver a escuchar.

Ojalá dijera:

“Hoy es la última vez que sos un niño”, la última vez que mamá te peina con paciencia, la última vez que papá te lleva a upa hasta tu cama.

Ojalá dijera:

que ese beso era el último, que esa era la última vez que el 'te amo' aún significaba amor.

Y es que ¿quién sabe cuándo es la última vez?

Nadie te avisa. Vivimos creyendo que habrá otra oportunidad, otro abrazo, otra charla, otro domingo en familia. Y no. A veces no la hay.

Cuando suene el último timbrazo, cuando la vida decida que es hora de irse, solo quiero poder mirar para atrás y pensar: no me arrepiento de nada, incluso lo que dolió, incluso lo que hice mal, todo fue parte del viaje. Y no me quedé con ganas de nada.