Busco en el aire las melodías invisibles
orquestadas por los que estan a su paso,
los que reposan eternamemte entre susurros
y estan atados a su presencia indomable.
Busco en el aire las vibraciones
del árbol que cayó y nadie oyó,
del primer relámpago que la calma arremetió.
Si tan sólo pudiera recordar
el último sonido antes de despertar.
Yo que no tolero el silencio de las letras
revivo el lamento de lo inanimado
para recuperar su retormo
que como un eco entramado
rellene estos espacios olvidados.
Yo que no tolero esperar en la calma
busco en una pluma exiliada
y en el canto de su destierro
lo que inspira este fundamento
del que ya mucho no comprendo
si es poesía o testamento
el que lleva mi nombre y argumento.
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