Oh, mujer…

Incito que me bese

así el tiempo desacelere

que me guie a mi muerte

porque amarla así se siente

para la mujer sensual

que está presente en mi poema

ojalá existieras

solo eres la meta de la mujer que en casa espera.

En tiempos modernos

es más difícil escondernos 

llévame al infierno

quemémonos vivos en este amor prohibido.

En ella te veo

pero mi corazón sincero

solo lo entrego

a la que en el altar le jure 

que hasta el día de mi muerte le sería fiel.