Oda a la poesía mediocre

Quiero lograr

un poema mediocre

cómo los que alguna vez escuché por ahí

tan aplaudidos.

Quiero escribir

un poema mediocre

lleno de referencias a la luna

y palabras que rimen

tiradas de los pelos.

Quiero lograr un poema mediocre

que nadie entienda,

y que todos amen.

Alguno que hable del mar,

o de la playa, del amor,

o de tu cara, así, mediocre.

Quiero escribir

un poema mediocre,

¿Qué hace falta?

Para escribir mediocre voy a leer el diccionario

voy a elegir palabras difíciles

voy a juntarlas para que parezca oscuro.

Quiero que sea de lo más sinsentido

y que cada metáfora parezca increíble aunque esté completamente vacía.

Quiero un poema mediocre,

que ni siquiera tenga título,

quiero un poema mediocre

cómo esos que pegan

y que reciben todas las miradas.

Acá, ahora, para escribir mediocre

debería rimar corazón con acción, canción, pasión, ¿Dragón?

Quiero escribir y dejar preguntas tontas,

y que todxs piensen

que estoy pensando algo.

Quiero escribir un poema mediocre

del otoño, y nombrar a las hojas que caen,

y todas esas cosas

mediocres

que se escriben cuando comienza el frío,

y quiero escribir de los amores de verano que agonizan hasta morir,

y también del dolor que nos habita,

y de cómo me siento,

con un ritmo espantoso, pretencioso, ruidoso.

Quiero escribir

un poema mediocre

para que me aplaudan.

Quiero escribir mediocre

para formar parte.

Basta de intentar

pelearme con la lengua,

basta de querer

rebuscar entre la sintaxis cosas nuevas.

Quiero ser mediocre

y copiar las instrucciones de Cortázar,

y el insomnio de Pizarnik,

y el dolor de Idea.

Quiero copiar mediocremente lo ya inventado para lograr un pastiche literario

y lograr ser mediocre

y lograr ser vista.

Al fin y al cabo

mediocre o no

solamente escribo poesía,

al final del día,

mediocre o no

solamente necesito ser querida.