Sos la ciudad en donde lo tangible y lo intangible se vinculan a la perfección. Un collage que huele a sal y suena a un acento lejano. Fuiste la cura infinita para un corazón desesperanzado.
Refugio de almas, me perdí en tus atajos persiguiendo ecos que me encuentran, que me curan, que me besan. Mil vidas podria pasar intentando devolverte cada frio susurro guardado, y siempre faltaría tiempo.
Mi ciudad del sol, cálida como pocas, revoltosa como otras, pero ninguna como vos, Tu recuerdo es mi luz, que atraviesa todo lo que soy y me guía.
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