A la gracia de mis pies
Al deleite de mis ojos
Al fluir de mi sangre
Que como un río desemboca en pensamientos,
Me renueva el caminar
En la dorada tarde
Donde el sol amable dibuja con su luz
arbóreas formas sobre las casas,
tengo que detener el paso
para mirar extasiado el público y escondido suceso;
el viento que mueve las ramas
el sol que tiñe el cemento
las danzarinas hojas que giran
vuelvo a desplazarme con la mirada atenta, perdida;
camino por la geografía del barrio
imaginando historias sobre las casas viejas
sobre los horneros incrustados en los techos
que con barro y amor fueron tejidos
caminar es oscilar entre la realidad y el imaginario
balancearme entre el presente
y el innegable pasado de las calles
y ese otro pasado innegable que es la memoria
caminar, de alguna manera activa y revuelve dentro mío
las ideas se dejan malabarear
copulan confundidas entre sí
se dejan amasar
comienzan a parir alegres neuronas
caminar me permite apropiarme de las calles
fundirlas en mi memoria
guardar imágenes para compararlas en otro tiempo
descubrir alguna nueva esquina
acariciar alguna otra divinidad peluda
así, entre pensamientos y pasos
voy formando el camino

Elias Vega
voy de extremo a extremo evitando tropezar por completo / el equilibrio es sólo una pequeña parte del proceso
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