La noche llega después del ocaso,
noches que son mas hermosas en las ocasiones que estamos juntos,
me ocasionas emociones inconmensurables, incontrolables, infinitas.
Porque sí, tu corazón ilumina siempre mis cielos, asiento tus celos, miento si digo que no temo, porque sí, te siento como un anhelo.
Atesoro este momento, esta visita, este espacio, especialmente por lo especial de tu compañía, tus manos, tus ojos.
Y me daría miedo que llegue el ocaso, y te lleve consigo hacía no sé dónde, quizás otros cielos.
A la distancia siento que ya pasó el ocaso, que toca esperar otro día, a veces mas de uno, parecen miles de noches. Pero esperaré en este nostálgico lugar, nuestro, a que vuelva a salir mi sol.
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