Duele sentir que nunca es suficiente.
Intentas sonreír mientras los demás reciben algo más, y tú te quedas con un simple “gracias” o con la idea de que lo haces solo porque te importa esa persona.
“Es egoísta esperar algo a cambio”, te dices, y te castigas por pensarlo. Sientes que te vuelves caprichoso, y eso está mal. Nadie está obligado a darte nada.
Es simple: lo que sientes está mal.
Pero, aun así, las lágrimas caen y no puedes evitar sentirte vacío. ¿Es incorrecto desear reciprocidad? Te repites que no hace falta que todos te den algo, pero esas personas que te agradecen con un “gracias” ya tienen tanto… Y tú sientes que algo dentro de ti se quiebra.
Trabajas duro, te das tus propios gustos sin depender de nadie. Te regalas cosas a ti mismo porque, al menos así, no complicas a nadie. No esperas nada a cambio.
Es algo que te repites una y otra vez, porque lo necesitas. Necesitas aferrarte a eso para llenar el vacío que te consume desde hace tanto tiempo. Ese vacío que no para de crecer.
Giji Paw
Refugio para una criatura que oscila entre querer hacer mil cosas y no hacer nada productivo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión