mobile isologo
buscar...

Nunca enviado

Jun 12, 2025

88
Empieza a escribir gratis en quaderno

A veces te sueño en voz baja, como si el recuerdo no pesara. Pero pesa, y arde, y calla, como herida que nunca se cierra del todo.

No fueron meses, ni años, ni cuentos, fue un suspiro breve entre dos vientos. Pero qué intenso fue sentirte adentro, como si en dos semanas se quemara el centro.

Me dijeron que tú necesitabas sanar, que el dolor de otra mujer aún te venía a visitar.

Que extrañabas un pasado que yo no fui capaz de borrar, que estabas herido, confuso, y que conmigo no podías estar.

Que eras orgulloso, un muro de hielo y viento, que preferías callar, antes que abrir el sentimiento.

Y yo, aquí abierta, con el pecho en la mano, sin saber si era verdad o solo un manto que usaste para escapar.

Te juro, pensé que eras distinto, que serías abrigo y no solo un instinto. Y sí, me hiciste sentir infinita, pero también me soltaste… solita.

Me miraste con cara de cielo, pero en el fondo traías el duelo. Y cuando te dije “esto me dolió”, no abrazaste… dijiste: “me confundió”.

Qué risa más triste me dio ese momento, como si amar fuera un experimento. Yo abrí mi pecho como en canción, y tú saliste sin explicación.

Y no, no me arrepiento de haberte sentido, aunque fue poco, me dejó sin abrigo. Como si el reloj se hubiera rendido, y todo el amor se viviera al oído.

¿Tú sabes cómo se siente el vacío de querer hablarte y no tener tu abrigo? De pensar que tal vez fui muy intensa cuando solo fui verdad sin defensa.

Pero ahora lo veo clarito: tú no supiste amar lo bonito. No supiste quedarte en la tormenta, te fuiste cuando más te abrí la puerta.

Y sí, te extraño… no lo niego, extraño el fuego, no el ego. Extraño lo que creí que eras, pero no al que se va cuando esperas.

Hoy, sin embargo, me abrazo distinto, me escribo poemas, me pinto. Ya no busco que alguien me rescate, porque aprendí que yo soy mi combate.

Y tú… tú fuiste un ensayo de olvido, una lección que no he repetido. Porque cuando uno aprende a elegirse, ya no ruega por quien quiso irse.

Así que gracias, sin sarcasmo ni veneno, gracias por mostrar lo que no es pleno. Hoy no te odio, tampoco te quiero, pero me quiero a mí, y eso es primero.

[11 de junio, Santiago de chile]

javitaa antonia

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión