antes pensaba egoístamente que quienes no sabían amar correctamente no merecían ser amados.
dentro de un proceso introspectivo reconocí que todos aman de acuerdo a cómo los amaron a ellos.
aunque algunos pocos logran revertir su situación y cambiar su suerte.
ahora pienso que todos merecemos ser amados al fin y al cabo.
pero también experimenté y aprendí que el amor no todo lo resuelve.
porque mientras más ames la llama viva dentro de aquella persona que dice amarte
más rápido apaga la llama viva que hay dentro tuyo y termina demostrándote que no sabe cómo hacerlo.
o tal vez sí, tal vez sí lo sepa, después de todo todos aman a sus respectivas maneras.
pero tal vez no, tal vez no lo sepa, porque después de todo si toda su vida fueron odiados:
¿cómo saben cuándo son amados?
¿cómo al saberlo tratan con el amor recibido?
¿cómo son amados aquellos que los aman?
¿acaso "dan lo que reciben" como esa famosa frase dice?
¿o por el contrario son "una cosecha de lo que se sembró" y el patrón se repite por años hasta descubrir cómo no arruinar más su vida?
él dijo amarme, pero no supo cómo hacerlo.
yo dije que lo amaba, y creo haberlo hecho sanamente.
él me dejó cuando yo más estaba amándolo.
sólo ese día, pareció saber cómo hacerlo.
saber cómo amarme: dejándome.
y dejando entre ver así, que yo siempre supe amar a través de palabras y hechos a los demás
pero nunca supe cómo amarme a mi misma.
así que descubro que el amar a los demás termina tratándose de amarnos a nosotros mismos también.
de saber a quién y por cuánto tiempo amar a alguien.
pero también de aprender a nunca dejar de amarnos a nosotros por nadie.
nunca dejar de hacerlo.
nunca dejar de amar.
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