No puedo dejar de pensar en aquel sábado del mes de mayo en que te conocí, pensé sería una de esas veces en la que saldría con alguien más en medio del calor insoportable de la ciudad y que la plática no nos llevaría a acordar un próximo encuentro. Debes saber que si bien conocía tu rostro por fotos en tu perfil, no te imaginaba físicamente; pero aquella noche sin duda alguna conocía a una chica sorprendentemente bella, aunque sin duda lo que más me impactó fue tu hermoso timbre de voz. Después de darnos un abrazo para conocernos terminamos sin querer en mi cafetería favorita de la ciudad y he de decir que me sentí muy cómodo platicando contigo, a pesar de que soy muy serio como te comenté aquella vez. Justo después, fuimos a caminar por las calles de la zona centro hasta sentarnos en una banca a ver cómo montaban el escenario para un concierto. La plática me encantó, el poder tener fluidez en la conversación con alguien sin duda me maravilló. Te acompañé a tomar el metro, pero me sentí nervioso de mencionarte de frente mi deseo de volver a verte, así que justo después de verte ir te mandé un mensaje para comentártelo. Me encantó que durante las semanas siguientes continuamos hablando por mensaje y a través de audios (que debes saber no hago porque mi voz no me gusta, pero la comodidad me hizo animarme a grabar algunos para poder platicar contigo) que me hacían recordar que la persona a la que conocí es real.
Verte la segunda vez fue toda una odisea, pues el día que habíamos quedado por tiempos no logramos vernos, y a mi me quedaban pocos días en la ciudad, pues la finalización de mis estudiosos se acercaban y no sabía si nos daría tiempo de volver a coincidir, y una vez más poder ver a la persona por la cual siento tanta emoción al ver. Finalmente un día antes de regresar a mi ciudad por unas semanas me hiciste un espacio para poder encontrarnos y platicar nuevamente, en esa ocasión creí me animaría a decirte mi sentir sobre nosotros, pero creo soy un cobarde que teme a amar a un ser humano excepcional. Aún puedo sentir la sensación de tomar tu mano después de preguntar si volveríamos a salir y al mismo tiempo nos despedimos en el metro de la ciudad, de la cual tú me haces burla porque no me gusta, y tienes razón; no me gusta, la que me gusta eres tú.

Josué D Jesús
Sólo busco escribir para desahogar mis pensamientos, que tanto me consumen y me llevan a sobre pensar demasiado, muy probablemente nadie lea esto pero si lo encuentran chido :)
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión