No te acerques a mí, tarde o temprano se van a dar cuenta.
Que mientras los escucho con una sonrisa estúpida en mi cara, adentro mío deseo decir bien alto un comentario sarcástico e hiriente que los haga avergonzarse frente a todos.
No te acerques a mí, tarde o temprano se van a dar cuenta.
Que mi fachada tiene fecha de vencimiento y, mientras miro con ojos perdidos, estoy pensando en mi futuro afuera de esta ciudad deprimente y regodeándome en lo lejos que van a quedar todos ustedes, tan lejos que ya ni los veo.
No te acerques a mí, tarde o temprano se van a dar cuenta.
Que mi orgullo dañado va llenando mi alma de una espesura densa y, cuando estoy haciendo oídos sordos, en realidad me aturde el negro y los fantasmas que me dan vueltas y vueltas.
No te acerques a mí, tarde o temprano se van a dar cuenta.
Pero te prometo que para vos guardo mi mejor versión. Una luz al fondo titila esperando tu llegada.
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