no ser más que un atrae-recuerdos atañado a la letra de una canción

sé que tu casa queda cerca.

puedo afirmarlo sin ser una intelectual de las direcciones

sino, más bien,

una máquina dispuesta a olvidar la conjunción de números y letras. 

pero sé que tu casa queda cerca,

porque de donde estás nunca me olvido.

‎ ‎

si ahora cerrase los ojos podría dibujar el espacio 

la tierra y los árboles 

las flores y las puertas 

lo iluminado de tu cara

las calles transitadas 

el llegar y que estés. 

quizás si cierro solo uno me cueste

-retruco- 

quizás así me olvide en qué cuadra debía doblar

o en cuál me vas a dar el próximo beso.

pero me miento. 

sigo viéndote ahí 

(o a quién recuerdo que eras) 

porque nunca quise borrar esa imagen 

porque prefiero quedarme con tus manos sobre las mías. 

‎

es preciso que en este momento leas este poema

que te caiga del cielo como un picaflor buscando el néctar

como si el mundo entero dependiera de ello

como si todas las catástrofes pararan solo así.

es preciso que lo subrayes y pienses que no es para vos 

que no fui yo quien lo escribió

que la autora comparte conmigo solo un par de modismos y no más que eso.

que lo poses sobre la mesita de luz con cuidado 

que pienses en analizarlo, no gramaticalmente, sino queriendo entender cómo pude escribirlo

sin sacarme el corazón antes. 

‎ ‎

por eso no firmo con mi nombre:

para que te sea más fácil leerlo sin ponerle mi rostro,

me escondo en donde no estoy. 

por eso escribo en pasado

para no ser más que el silencioso chiflido de viento

para no más que el rayo de sol que pasa por la ventana 

para no ser más que un atraerecuerdos atañado a la letra de una canción.