No se lo que quieres, ni yo lo que quiero.

No me gusta estar a estas horas de la madrugada despierta. Me encuentro dando vueltas de un lado a otro de la cama. Morfeo se rehúsa a darme la bendición de un descanso y yo soy demasiado orgullosa y terca para admitir que en el fondo, todo este insomio lo provocas vos.

¿Qué hago con vos?, ¿qué hago conmigo?, ¿somos algo o no somos nada?
Sin sentimientos, sin pareja, solo encuentros ocasionales.
Pero ahí estamos, entre mensajes y mensajes, me encuentro leyendo tus saludos y tus despedidas cada día. Viendo las fotos que mandas, contandote las ocurrencias de mis viajes, leyendo tus comentarios del trabajo y las miles de veces que me preguntas cómo estoy.

Decis que no estás listo para avanzar, que aún duele la última partida.
Pero se que seguís leyendo las últimas conversaciones archivadas en el celular y también sé que te comparto con otros brazos.
Pero cada vez que pienso que nada más soy otro sustituto en tu vida, estoy viendote a los ojos, compartiendo una comida, riendo con las mismas películas, tomando otro café, comiendo los chocolates que trajiste.

Muchas veces me encuentro despierta en la cama, con tus dedos entrelazados a los míos, sintiendo tu respiración sobre mi piel. Podemos estar juntos en el día, y compartir la misma cama a la noche. Me siento cómoda y cálida, como la luz del sol que golpea la ventana, mostrándome que no estaba soñando, que lo nuestro puede ser real.

Tengo miedo.

Me asusta que me guste verte llegar con el café en la mano, caminar de la mano por la casa, estar descalzos en el living, el olor de las tostadas, el sabor de tus labios con azúcar.

Las peliculas en blanco y negro, me mostraban que si dos personas se amaban, solo eso bastaba. Que cruel es la realidad, que angustia saber que eso se termina en cuanto los créditos empiezan.
Puedo aceptarte, me haces feliz, sin embargo en el fondo sé, que es muy probable que esto solamente sea una secuela más.

Me preocupa que la cantidad de amor que tengas para mi, sea proporcional a los antidepresivos que tomas.
¿Porque pensas que estoy enojada de un momento a otro?, ¿porque tu intensidad me sofoca a veces?
Soy incapaz de manejar algo que ni siquiera vos entendes.
No quiero ser solamente la que curó tus heridas y sirvió de pañuelo cuando tenías que llorar.
No sé lidiar con eso. No quiero lidiar con eso tampoco.

¿De verdad me necesitas como yo pienso que lo anhelas?
¿O solo me llamas cuando la soledad de tu habitación se hace inmensa?

Me frustra que mis días pueden ser tan cálidos como la primavera más bella y tan gélidos y crueles como el más largo invierno, dependiendo solamente, de un mensaje tuyo.
Maldita sea la dependencia que los dardos de Eros provocaron en mí.

Te pienso en cada trago de alcohol en los fines de semana, y la resaca me trae la sorpresa de un mensaje enviado con amnesia. Solo para darme cuenta que incluso así te escribo que te quiero.
En vano intento hacer como si nada pasara.
Para seguir leyendo y darme cuenta que: "yo también te quiero".

No puedes decirme que no estás listo para una relacion pero seguir dándome caricias con segundos sobrantes.
Preguntarme si quiero continuar, cuando saber que estoy más que dispuesta.
Mis dudas se solapan con mis deseos.

No quiero tener que recibir tus besos en las noches.
Pero dudar si aun sigues amándome en la mañana.

Sin tener en cuenta que también mis dudas se dan contra mis acciones.
También soy propensa a imaginar amores en donde no los hay.
Y hacer mis emociones dependientes a las de otro.
Admito que soy rara y confusa.
Hace meses estaba escribiendo notas infinitas para llenar frascos sin fondos.
De un amor que se marchó tan rápido como vino.
Y ahora te tengo a vos, la causa del insomnio de esta noche.
¿Acaso te irás como la penumbra en las mañanas?

Espero que mi cama sea tan incómoda para mí como para vos.
Espero que si mi lecho es un nido de espinas, el tuyo sea un colchón de piedras.

Porque si estas despierto a esta hora, al igual que yo.
Porque si piensas en mí, como yo pienso en vos.

Entonces puede ser que estemos en el camino correcto.