No PODEMOS.

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¿Quienes y por qué temen tanto a PODEMOS?

No ha habido partido en España al que le haya hurgado tanto como a los morados. Inventos, falsedades, estupideces, burdeces para ir contra ellos, titulares y suplentes, anarosismos, ferrerías, grisonadas, indaleces, ristocadas, losantosbravuconadas, y un sinfín de paladines del mundo del no decente periodismo, han atacado desde sus micrófonos con todo lo que han tenido a mano; aunque ese todo fuera nada. En definitiva, para su público, esos discursos son Palabra de Dios.

En los últimos días, y eso que PODEMOS ya estaba muerto, vuelve con saña el bombardeo con toda la luftwaffe disponible. Lo de Monedero, sea lo que sea lo que hizo el mentado, es un caso claro de agarrar el rábano por las hojas (interpretar equivocadamente de forma intencionada) y no atender a lo simple de las razones dadas por quienes tomaron las decisiones adecuadas según el protocolo y el deseo de las víctimas; pero el modo no es nada nuevo; como ejemplo, la historia de la niñera sin sueldo cuando una compañera coge en brazos al bebé de su amiga.

Y volverán a conseguir su propósito de hundir al partido, porque suya es la fuerza, suyo el Poder y el micrófono por siempre Señor. Y hay mucha parte del Pueblo que traga con gusto el televisado veneno. Con esa idea incrustada de los perroflautas, viven tan conformes en su cerrado universo acomodaticio.

Volviendo al principio, quienes temen a PODEMOS, no son otros que los dueños del tablero, de las fichas, del dinero, de la caseta del perro, de la lancha del narco, de la reserva en el restaurante, de los pisos ocupados y por ocupar; dueños de las grandes empresas, de los telediarios, de las catedrales, de la corona, de la Justicia, de los supermercados...

Elon, de paso, pronostica la victoria de VOX. No dudo que así será si los de verde cuentan con su dinero y con tanto periodismo rastrero.

PODEMOS, insisto, ha sido, desde su irrupción, el enemigo público número uno para los grandes poderes en España. Su pecado original fue desafiar el statu quo con un discurso que ponía en cuestión las estructuras de poder económico, mediático y político. Por eso se les ha perseguido con un ensañamiento sin parangón, con ataques que, en su mayoría, han sido construcciones artificiales o exageraciones desproporcionadas. No se trata de simples discrepancias ideológicas; es una guerra de clases encubierta bajo la forma de escándalos mediáticos.

El manual ha sido claro desde el principio: fabricar polémicas, amplificarlas hasta el absurdo y repetirlas hasta que calen. Lo de Monedero es solo el enésimo capítulo de una historia que empezó con cuentas en paraísos fiscales inexistentes, siguió con falsas financiaciones de regímenes extranjeros y ha tocado todos los palos posibles, desde niñeras hasta supuestas tramas internas dignas de un thriller de tercera.

El problema de fondo es que este sistema de acoso y derribo funciona porque gran parte de la ciudadanía ha sido domesticada para consumir la versión oficial sin el menor atisbo de pensamiento crítico. Los mismos que ven corrupción estructural en la izquierda son incapaces de indignarse con la podredumbre real que impregna al poder de siempre (PP/PSOE). Prefieren creer que el problema es la coleta, el jersey o el "perroflautismo" antes que asumir que los grandes bancos, las élites empresariales y la prensa a su servicio determinan el rumbo de sus vidas.

Así que sí, tienen miedo. Miedo a que, por un instante, alguien cuestione de verdad su dominio absoluto. Por eso no les basta con debilitar a PODEMOS: necesitan exterminarlo políticamente, reducirlo a cenizas y asegurarse de que nadie vuelva a intentarlo. La victoria de VOX que Musk augura es solo la consecuencia natural de ese juego: si PODEMOS era el peligro, la alternativa es convertir en mierda todo lo bueno logrado, y mandar a la mierda a todo lo que no sea de su agrado (tú y yo incluidos, claro -da igual si los votas; mierda eres para esa gente y siempre lo serás-).

En fin; que no, que no, que no podemos.

(No nos dejan poder).