no pensís del que te olvido

luna en acuario, si estás por ahí

sé, es un hecho, estás tan lejos que esto no va a llegar más allá de mi propia cabeza, donde tengo estas conversaciones imaginarias y rallo la papa contigo. me medio rendí a la idea de no ser escuchada, pero, porque conmigo siempre existe un pero, una mañita, tengo que y quiero insistir. voy a seguir aferrándome a la chiquitísima posibilidad de llegar indirectamente a ti, inventarme una forma de alcanzar tus frecuencias acuarianas. si te pienso mañana, tarde y noche, si cierro los ojos y te sueño, si le hablo de ti a mis gathijos, algo sentirás. y si, por esas cosas esótericas tuyas o por el movimiento de los planetas, descifras uno de entre mis tantos mensajes, que sea este: perdón por perderme tu cumpleaños. pienso en tu cumpleaños. pienso. ese día yo cumplí mi cuota de negligencia por una vida entera. no lo sabía. descuidada, casi indiferente que soy. ese profe que, sin falta, me arruinaba los viernes dos años atrás, cuenteaba que los seres humanos no «somos» cualidades. el acto de decir «soy» tal y «soy» cual es definitivo, autocomplaciente. la tirria profunda que le tenía todavía me hace cuestionar sus décadas de estudio de la psicología. tú decías que soy rencorosa. es cierto. a veces. mi punto es: si hay algo que sí soy, definitiva y autocomplacientemente, es mala amiga. eso me dejaste. eso, y peco de contradecirme a mí misma, porque tan autocomplaciente de mi parte no es, me atormenta. en todo caso, dejar pasar tu cumpleaños fue la menor de mis ofensas. pedir perdón por todolodemásestádemás. así que pienso en tu cumpleaños. y en la amiga que soy. la amiga robótica, cruel. o quizás la amiga que se guarda, no más. la amiga que no enfrenta sus emociones en el momento y las amontona debajo de la cama con el resto de los zapatos que ya no usa y no bota, ni puede regalar. porque los mordisquearon los gatos, obvio. y ya. es difícil, por no alegar imposible, no ser autocomplaciente cuando callar y evitar es una función vital mía. dándole la milésima centécima décima vuelta, de buenos y malos absolutos yo no sé mucho. sé de esa amiga que te decepcionó. sé de esa amiga descarriada, desastrosa, inadecuada desde adentro hasta afuera. sé de lunas en escorpio. tan escorpio, tan intensa y tan ingrata. de madrugadas de autocompasión. de entre tanto que soy y no soy, ojalá, ojalá, ojalá ser una amiga que tengas en tu corazón. yo te tendré en el mío, acuario. valga lo que valga.

siempre tuya, tu luna en escorpio