No, no me caes nada bien.

...

Atar, lo que es atar, siempre se les dio bien.

No ha de tardar en volver la paga del 18 de Julio y el desfile de la Victoria.

Y dar una cestilla a los que bauticen con nombres de próceres:

Francisco, José Antonio, José María, Mariano, Alberto, Isabel.

Y sí, el Cara al sol y un Padrenuestro al entrar al cole.

Las cosas cómo deben ser. Y deben ser como siempre fueron porque de otro modo no puede ser.

Luego están las cosas que se escriben por escribir algo:

En la Biblia:

Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Mateo 19:21

En la Declaración Universal de Derechos Humanos:

Artículo 1.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

En la Constitución:

Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.

Artículo 128.

En el código deontológico del periodismo:

El respeto a la verdad.

Estar abierto a la investigación de los hechos.

Perseguir la objetividad aunque se sepa inaccesible.

Contrastar los datos con cuantas fuentes periodísticas sean precisas.

Diferenciar con claridad entre información y opinión.

Enfrentar, cuando existan, las versiones sobre un hecho.

Respeto a la presunción de inocencia.

Rectificación de las informaciones erróneas.

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Es como aquello de "Hacienda somos todos". La abogada de la infanta lo dijo claro, es solo un eslogan publicitario.

Pues igual pasa con estas cosas, que se ponen en libros con enjundia, pero no para que se les haga caso. Son adornos que quedan bonito. Pero de ninguna utilidad práctica.

Total, si acaso, favorecen a los desfavorecidos. Y esos, no importan nada.

¡A Barrabás, a Barrabás!

Pida usted, con calma chicha, que se cumplan los Derechos Humanos.

Pida usted, con serena actitud, que la Constitución sea aplicada en todos sus artículos.

Pida usted, sin alharacas, que se extienda la solidaridad, el respeto a las minorías, el cuidado de los más necesitados.

Será usted crucificado.

( Y mientras eso sucede, el inhumano, el insolidario, el racista, el xenófobo, el machista, el retrógrado, será respetado, admirado y votado).

No los perdono. Si no saben lo que hacen, su obligación es aprender.

Quizás tengan el perdón de algún dios, pero no el mío.

A estas alturas.

Ya lo sabes: si disfrutas con la tortura y la muerte, si odias al inmigrante, si eres machista, si todo lo que no sea heterosexualidad te parece aberración o enfermedad, si desprecias a los pobres, si votas al PP (el partido más corrupto de Europa), no me interesas salvo para despreciarte.

Que sí, que sí, enemigos míos, que tenéis razón y yo soy... (Ya os ocupáis en vuestros muros y con vuestros amigos de llenar los suspensivos); soy todo eso y más lo soy cada día. Sí, más todavía, porque cada día escribo mi opinión y con ella os pongo un espejo en el que vuestro reflejo no os gusta lo más mínimo. Y, al veros, al comprender lo que vosotros hacéis, omitis, sois, os sentís muy ofendidos. Y la culpa de ser vosotros como sois es mía, porque os lo digo.

Yo soy, sí, todos vuestros puntos suspensivos; soy todo lo que odiáis en las personas, soy la personificación del mal. Así me pintáis en vuestros torpes y poco trabajados dibujos. No hay argumentos en vuestra descripción pues no le hace falta ninguna razón a vuestro público; tan solo tenéis, enemigos míos, el insulto. Al menos todavía no os lanzáis a la violencia misma, aunque, a alguno, os he visto alguna vez a un paso de ese punto,

Mi voz es mi crimen, mi palabra es mi pecado, mi opinión es el mal del mundo. Pero mi silencio ni le sirve a nadie ni a nadie protege de lo injusto.

Así, aquí sigo, a pesar de que llevo en mi hacer el castigo, el odio, el desprecio de los más divinos.

No recéis tanto por mi; os lo pido.