No puedo prometerte nada. No me hagas prometerte nada, por favor. No puedo ni siquiera imaginar la decepción que vas a sentir cuando no cumpla con mis palabras, y en tu rostro se refleje solo una pequeña parte. Pero aún así, esa parte, ese cambio en tus ojos, una mirada de amor que se apaga y se queda quieta, mirando un punto fijo, me destrozaría de todas formas, porque me he acercado tanto a vos que dependo de cómo te sentís con respecto a mí para ser feliz o vivir en una insalubre tristeza. Me he prometido dejarte ser, ser libre, cuidarnos a ambos. Pero cada promesa que hago es como una casa de fósforos, está destinada a no permanecer de pie con el tiempo, a volarse con el aire. O quizás es como mi corazón, destinada a romperse sin importar qué.
Entonces, por favor, no me hagas prometerte nada. No puedo prometerte nada. Ni siquiera que este amor enfermo no se vaya a curar.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión