No me hagan caso.

...

A veces veo Marhuendas.

La verdad es que eso tan solo sucede por estos muros, en alguna imagen suelta.

No hay Indas en mi vida, no hay Ristos, no hay Ana Rosas ni hay Ferreras. El de los telediarios de Antena 3 (nunca recuerdo su nombre a la primera) tampoco altera mi estar, tampoco sus compañeros y compañeras de jerga.

¿Le va bien a toda esa caterva? ¿Siguen en su guerra de traición al pueblo? Supongo que el sueldo merece la pena si en esa pena nada hay con la dignidad y la decencia.

Son basura, y lo saben. Pero a esa gente no le importa saberse mierda.

Que lo sepa el pueblo es lo que cuenta y que actúe, mando a distancia en mano, en consecuencia.

Las leyes no hacen falta cuando la solución es tan sencilla.

El pueblo debe apartar de sí esos cálices.

Así sea.

La España desde hace milenios.

La derecha se queda corta en la glosa y loa.

Los neandertales deambulaban por unas tierras sin nombre hasta que cruzaron las montañas que hoy llamamos Pirineos y un cartel anunciaba:

¡Bienvenidos a España!

¿Quién no ha visto la rojigualda pintada entre los bisontes de Altamira?

Viriato ya tarareaba, justo antes de sufrir traición, el himno sin letra.

Los godos vinieron por el reclamo del refrán: "España es la mejor".

No lo dice la Biblia porque es obvio: en el paraíso ya ondeaba, en la loma más alta, la gran bandera de España.

¡Solo Dios pudo hacer tanta belleza!

Ayuso: ¿es imposible que pueda haber dos? (Luego, en el PP, siempre aparece alguien que quiera lo anterior).

Mucho puente de Toledo.

Levantarse furioso contra los franceses no digo yo que esté mal, pero votar a Ayuso de forma masiva, eso es caer muy bajo.

Ella es una mujer bastante inculta, sin ningún reseñable mérito laboral. Sin discurso loable ni dialéctica aceptable. Sin ética ni decencia.

¿Qué le ha pasado al pueblo madrileño desde aquel 1808 hasta hoy?

Ah, sí, que se levantaron también para decir: ¡Vivan las cadenas!

Siempre nos quedará el

¡No pasarán!

Pero... pasen y vean.

Es curioso observar a los personajes que lideran y/o representan a la derecha española, al menos en su imagen pública: Ayuso, Feijóo, Cantó, Aguado, Abascal, Inda, Marhuenda, Jiménez Losantos, Belén Esteban, Soto, Vaquerizo, etc., etc., etc... Son un muestrario del esperpento, la impertinencia, la indecencia, la desvergüenza y la ridiculez. Son una mezcla de todos esos atributos que los convierte en elementos especiales y significativos.

Nada positivo sale de sus bocas ni en sus obras encontraremos actos útiles para la sociedad. Sin embargo, se propagan y multiplican, y cada vez son más marcados en sus "particularidades".

¡Si hasta el cruzado Reverte lo dice!: "En el PP todos son mediocres" (y el escritor se queda corto por afinidad ideológica).

Quienquiera que sean las gentes que hagan la selección de personal en la derecha para los puestos de relevancia, tiene la visión de un pueblo estúpido, sumiso, adocenado y nada crítico.

Es decir, quien dirige la derecha (desde esos ocultos lugares), sabe que quien les da su voto es gilipollas (o rico insolidario).

(Este análisis está basado en la observación continuada a lo largo del tiempo).

Ahora veamos:

• Popular:

"Del pueblo o relativo a él.

De las clases sociales más bajas o relativo a ellas.

Que está al alcance de los menos dotados económica o culturalmente.

Conocido o querido del público en general.

Forma de cultura tradicional que el pueblo considera propia."

El Partido Popular, es evidente, no se atiene a ninguna de estas definiciones.

• Socialista:

"Del socialismo o relativo a este sistema y movimiento político.

Partidario del socialismo."

• Socialismo:

"Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la progresiva desaparición de las clases sociales:

el socialismo trata de erradicar las diferencias económicas entre los diversos estratos de la sociedad.

Movimiento político que intenta establecer, con diversos matices, este sistema."

Pues resulta que, viendo a Felipes, Bonos, Cármenes Calvos y otras hierbas —insignes socialistas—, no aparece en sus decires y hacer el interés en erradicar las diferencias económicas entre los diversos estratos de la sociedad.

Total, es evidente que ni los populares son populares ni los socialistas son socialistas.

O sea que, si ya con el sustantivo nombre propio nos mienten, ¿qué podemos esperar?

Nada en un caso, y muy, muy poco en otro.

Pero el pueblo se deja engañar con tanta facilidad...

Eso sí, quisiera hacer constar:

Yo, el menos indicado,

les digo cada día una o dos de mis sandeces,

tres o cuatro tonterías.

Como si algo supiera que ustedes no.

Como si el más listo fuera yo.

Como si...

No me hagan caso,

no pierdan su tiempo conmigo.

Sinceramente lo digo:

no me lean.

Hay cosas mejores que hacer.

Por ejemplo, querer y que les quieran.

Dolbach.