No me den Instagram

Otra vez me fuí de Instagram.

No sé por qué tengo ese empecinamiento en querer pertenecer, si me apena poner mi vida en un lugar donde lo que importa es el instante.

Vuelvo. Ya he vuelto como 15 veces, no miento. Con mi nombre o con otro.

Siempre que me voy creo que es definitivo. Y luego caigo otra vez.

¿Por qué me voy? Es por participar inútilmente en mil sorteos, por agregar y aceptar gente que no me habla, por ver-querer-comprar cosas que no necesito, por creer que a alguien le importa realmente lo que publico, por perder el tiempo mirando, por las fotos falsas, porque todo eso modela mi mente de una forma que no quiero. Me voy por cierta decepción. Pero si todos están en lo mismo, me siento con la obligación de estar.

¿Por qué vuelvo? Quiero pertenecer a esta época. Pero no puedo. En casi nada puedo. Porque pienso demasiado lo que voy a subir o hacer. Porque es una herramienta para transmitir un mensaje, transmitir varios mensajes. ¿Pero alguien lee algo allí? Me cansa que existan modas, me cansa que la gente se preocupe por el frizz, por el largo de las pestañas, por la comida más aesthetic, el ideal de los cuerpos, o que haya un ideal de lo que debería pensar para pertenecer a esta época. Me decepciono porque le pongo una expectativa de algo que no es. Si Instagram tuviera voz me diría: ¿por qué me presionás así, si no me crearon para eso? Pero pienso en las personas que están detrás de la pantalla y en cómo hacen para seguir esas reglas, yo también quisiera poder hacerlo, me decepciono de ellos y de mí por contradictorias cosas.

Es que el algoritmo configurado a mi alrededor es así, y por eso no puedo hablar de esto con nadie, ni en la vida real. Prefiero además hablar con la gente que conozco, sin saber de sus publicaciones, de sus fotos con filtros o poses con poca ropa, sin saber qué comió o a dónde fue, y que me lo diga después si es necesario. Conversar con la persona real sin saber de su identidad virtual. Es lo que prefiero. Nunca pude conectar con mi otro yo virtual, creo que no existe.

¡En cuántos líos me ha metido! los cuales no voy a relatar.

Y esto puede estar tan mal escrito...

En fin, yo llegué acá a través de Instagram