No le niegues tu don al mundo

Estoy creando mi primer taller del año, luego de toda una crisis y un burnout. Probablemente sea grabado. Digo “probablemente” porque aún no le he decidido. Y en el proceso de crear los posibles módulos para este taller grabado me agarró un ataque de “¿para qué hacés esto?”, “¿Quién te creés que sos?”. Identifiqué enseguida a mi ego queriendo sabotearme y lo detuve, pero luego me crucé con un video de Jim Carrey y me quedé con esta frase:

You are blessing people with your work. You are serving people with your work.

Estás bendiciendo a las personas con tu trabajo. Estás sirviendo a las personas con tu trabajo.

Lo sentí por supuesto como un mensaje para mí, para que deje de tener tanto miedo, para que deje de dar tantas vueltas y ofrezca mi don al mundo.

Yo a esa frase agregué lo siguiente:

Don't deny your gift to the world. Be the contribution you were made to be.
God acts though you. God is in you. God is guiding you to share your gift with others.

No le niegues al mundo tu don. Se la contribución que fuiste creada para ser. Dios actúa a través de vos. Dios está en vos. Dios está guiándote para que compartas tu don con otros.

“Casualmente” (entre comillas porque no existen las casualidades), estoy leyendo El Camino del Artista de Julia Cameron hace ya 3 semanas e incluso creé un club de lectura. Y en la primer semana ella habla de dejar a Dios (Universo, El Credor, como quieras llamarlo) actuar a través de nosotros. Que ser creativos es un regalo de Dios y honramos nuestra vida creando.

Entonces, si la creatividad es un don, es un regalo para nosotros y para el mundo, ¿por qué no habría de serlo nuestro servicio también?

Hace 5 años me reencontré con la escritura y fue la herramienta que me salvó, que me permitió empezar a cambiar mi vida, a conocerme y a sanar. ¿Cómo no voy a compartir esto con el mundo cuando alguien más ahí afuera puede beneficiarse de ello?

Creo que la escritura es un don que se me fue dado, el cual debo perfeccionar cada día de mi vida, y eso intento hacer. Y mientras lo hago también puedo compartirlo con el mundo para que puedan encontrar los beneficios de hacerlo.

Pocas cosas me causan tanto placer como cuando alguien a quien le recomendé escribir, o que me lee siempre en Instagram me dice “seguí tu consejo, empecé a escribir y me está funcionando”. La alegría que siente mi corazón es indescriptible, siento que toda mi alma vibra. Y siento que mi propósito en la vida está siendo cumplido.

Hay un gran sueño que tengo hace años, y es que más y más gente pueda descubrir esta herramienta que puede cambiarte la vida y está al alcance de las manos. Porque todos tenemos papel y una lapicera en casa. Y los beneficios que podés obtener haciéndolo son muchos.

Y para que ese sueño se cumpla tengo que salir a compartir lo que se con el mundo. Aún cuando me muera de vergüenza, aún cuando me muera de miedo, aún cuando mi ego me diga que no soy nadie para compartir lo que comparto. Para hacer realidad ese sueño tengo que salir al mundo, a que me vean, me escuchen y puedan ver que hay una manera diferente de vivir, una más feliz, más en paz, más libre, más auténtica, más elegida. Y que una herramienta que puede darles eso es la escritura.

Como proyectora que descubrí que soy en Diseño Humano, vengo a guiar a otros. Y cada día me convenzo más de que esa guía es a través de las palabras. Cada día me convenzo más de que por algo la escritura llegó a mi vida, porque nada es casualidad en esta vida.

Probablemente no todos resuenen con la herramienta, porque no todo es para todos, pero sí lo será para muchos.

Y si querés explorar esta herramienta conmigo, quedate cerquita. A veces en mis crisis desaparezco un ratito (lo hago mejor cada vez), pero siempre siempre, gracias a mis cuadernos, vuelvo. Quiero mostrarte que la escritura también puede salvarte a vos, que puede permitirte vivir diferente, que si podés vivir la vida que soñás.

Anto ♥