las estrellas y tus ojos, las estrellas y tu sonrisa
Las estrellas y tu cara
¿No amare yo entonces las estrellas?
Que cuando encuentro algo bello lo comparo con ellas
Todos los nombres propios y todos sus predicados
Donde cualquier intento de poema queda ciego sordo y alienado, en comparación con mi huella mnémica
Aquel dia que me encontre con vos en el patio de tu departamento y ensayamos una escena, teníamos 16 años, el sol te iluminaba la cara y tu sonrisa cuando me mirabas a los ojos era dios.
Y dios se esconde en estas ilusiones, la de tu mirada de 16 años, la de mi recuerdo y su risa sobre mi recuerdo, sabe que entendí el teatro, y la risa es feroz
Como el que no se desmoraliza frente a la contingencia.
Ahora ensayo otra escena, la de tocar la aurora, de fundir mi materia en una supernova y solo quede “ser”
No es que no quiero aquella mirada, quiero lo que significaba mas alla de las formas de los hechos y de las cosas.
Quiero finalmente escaparme de este laberinto de materia, en donde a veces a travez de sus paredes se filtra el ser.
Quiero dejar de ser minotauro, quiero dejar de ser tragedia griega, descansar en el olimpo en esa perpetua pertenencia al todo.
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