Dudo de ser amada. Tengo veintitantos años y aquel amor que alguna vez leí o vi en las películas lo siento tan lejano. No puedo tantear con mis dedos el beso de quien me ama, ni el abrazo de quien me anhela.
Por cada paso que doy en busca de ese amor, parece que se me escapa, como si no fuera merecedora de un abrazo o un beso. Y es que yo amaría tanto ser amada, ser anhelada, que me miren y ser eso que un día alguien soñó tener; que unos ojos se iluminen al verme, en mis peores y en mis mejores momentos.
Anhelo acompañar a quien amo, cuidar de sus manos, limpiar sus cachetes y poder besar su nariz con ternura, como hacen las personas enamoradas. Pero no creo haber sido creada para recibir eso. Creo haber sido creada para observar a los enamorados, para ver el amor… pero no para protagonizarlo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión