¡No a la guerra!

Y seremos Medusa.

Esto de armarse hasta los dientes tiene unas patas muy quebradizas.

Hablan de que hay que prepararse para la guerra si queremos conservar la paz, de que el enemigo está a las puertas, de que no se puede ser infantil cuando se trata de algo tan serio y crucial.

Hablan porque tienen que hablar.

Pero ¿Alguien entre quienes hablan saben, quieren están dispuestos a morir o matar? ¿Qué hijos de qué padres han de ir a esas trincheras?

Y las guerras ya no se quedan en lejanos campos de batalla; las guerras llegan a todas partes. ¿Piensan en que a más armamento mayor será la destrucción?

El espejo de la Gorgona.

Lo primero será recortar en servicios básicos de los Pueblos: Sanidad, Educación, Atención social, ayudas de todo tipo.

Lo segundo, muerte y destrucción.

El enemigo no va a perder más que nosotros pues hay potencial para destruirlo todo ¿A qué juego tres en raya pretendemos jugar?

No hay otro camino para la paz que descartar la guerra.

¿Acaso si no ofrecemos resistencia Putin nos va a invadir y esclavizar?

No sé lo que se pretende pero es una pretensión demencial.

Quizás quieran acabar con la decencia en general, pero para eso llegan tarde. Ya no queda en donde más debía estar.

¡No a la guerra!