Ninguna escalera es esa

Hoy, en un momento me puse melanco, vi una escalera y me acordé de la escalera nuestra y cómo las escaleras van a ser siempre cosa nuestra. Y no pensé en otras cosas, igualmente nuestras, como podrían haber sido los chiamo, las noches en Pizarnik o los giros en las rúas. Solamente pensé en aquella primera escalera y mientras pasaban puertas y alternaban escaleras yo seguía pensando en aquella siempre nuestra, siempre nuestra ahí, siempre nuestra solamente ahí. Porque no sería nuestra esa escalera si la pisásemos ahora, no seríamos nosotros aquellos que pisaron aquella, que se besaron en ella, no seremos nunca de nuevo. Y eso es un poco la sentencia (un poco antimelancólica) de la melancolía, y también su cosa disgustante: que lo que fue no volverá jamás...

Nosotros ya no somos aquellos, ya no somos nosotros. Todas las escaleras nos llevan ahí, pero nosotros no estamos pisando ese cemento y los que estamos acá pisando este no somos aquellos.

Cómo combatir eso, quesito? Como evitar que el tiempo cambie y la cosas ya no sean como cuando nos enamoramos?

Son las 4 y un poco te extraño. La vida está bien, pero un poco todo me hace acordar a vos. Culpa de esa escalera primera que todavía no se va.