Nimio detalle.
Aug 23, 2024
...
Lo que a veces cuesta lo sencillo.
No era un buen invierno. De hecho era todavía otoño, aunque la parte ya fea de esa estación tan bella.
Sandalio había dado por terminada la tarea, pero ni quien se la encargó ni el trabajo mismo podían estar de acuerdo.
¿Como podía darse por hecho un muñeco de nieve sin cabeza?
¿Como aceptar una hostia sin consagrar?
¿Como pasar de año sin la campanada numero doce?
¡Ay, Señor! Se dijo ella.
Ya había pagado el montante contante y sonante, pero el resultante era decepcionante. Y solo era ya cuestión de un detalle.
¿Como cerrar el hueco sin una puerta?
¿Como bañarse si no hay bañera?
¿Como evitar sin un tejado las goteras?
¡Ay, Señor! Se dijo ella.
Y no era de tanta enjundia la cosa. Nimiedaz era, si me apuras, la contienda.
Y es que a veces, lo inocuo se envenena.
Sandalio, más que otra cosa, le daba pena. Desaparecía y ya los galgos escasean.
En fin, ¡ay, Señor! Era ya cercano el día cuya noche es Noche Buena, y Sandalio no aparecía y ella, ¡ay, Señor! se resistía a la drástica escena, pero...
¿Como, si Sandalio no le había dado la llave iba ella ¡ay, Señor! a poder, sin romper lo nuevo, de su nueva y sin estrenar casa, abrir la puñetera puerta?
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