Una mirada brillante que cautiva hasta al alma mas fría, se encuentra opacada por una sombra; una sombra que se instala en el alma de forma escurridiza, como una especie de niebla que avanza lentamente pero de manera implacable, cubriendo todo a su paso.
Lo que antes era luz comienza a apagarse, como si el sol se ocultase en su propio ocaso. Los días pierden su brillo, las sonrisas se vuelven ausentes, y el corazón que alguna vez latía con fuerza y entusiasmo ahora susurra cansado, utilizando sus últimas fuerzas para lograr fingir que todo está bien.
De apoco los colores del mundo se desvanecen en un sutil tono de gris, imperceptible al principio, pero que pronto abarca todo. Los ojos que antes brillaban con la chispa de la vida ahora parecen vacíos, falsos, atrapados en una lejanía que nadie puede alcanzar.
De repente las palabras se vuelven pesadas, difíciles de formar, como si cada pensamiento se encontrara envuelto en una niebla densa, que bloquea incluso el deseo de hablar. El tiempo se alarga, se estira como una tarde infinita sin promesas de atardecer.
Lo que antes era sencillo, lo que antes alguna vez trajo alegría, ahora parece lejano, distante, como si estuviera detrás de un vidrio empañado. Esa chispa que alguna vez ilumino el rostro de quien solía vivir con pasión, ahora titila, apenas visible, como estrella que lucha por mantenerse en el cielo.
Es un silencio profundo, una sensación de caída sin fin. Un vacío que se extiende, que arrastra consigo los sueños, los anhelos, la energía. Y, sin embargo, en lo más hondo de ese silencio, hay una pequeña llama, una luz que se resiste a extinguirse por completo. Aunque el mundo parezca envuelto en sombras, aunque el brillo parezca perdido, algo queda... Algo pequeño, frágil, pero suficiente para mantener algunos colores vivos.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión