¿Sabías que mirarte era tan fácil?
Pensé en cada pasión alimentada para vos, por tu espalda, por tus manos, tu cadera y vientre, tu cara filosa y tu compartir nulo, ellos hacen de nuevo mi pasión, me murmullan las manos quieren tu dolor, quieren la piel entera.
Divinidad pasajera te pido que puedas decirme todo, léeme con tus ojos peludos, haceme a tu semejanza, trata de decirme que necesitas una vez más para poder esconder todo lo que fui del deseo original.
Intento convertirme en el mundo pero este hombre tiene el humor y la gracia de querer ser razón, un dios que observa, poniendo mi secreto donde están los pecados.
Tanto que peco
Peco de querer lo absoluto, todo, en secreto.
Lo que va a doler la derrota del anhelo por el tacto de tus manos pulcras, llenas de amor de madre.
Reniego del fin flaquito.
no existe augurio que te destroce a vos mi amante, mi ultimo compañero ¿qué palabras me van a completar el pecho sino son las tuyas?
Creerte o reventar de tristeza.
No voy a romper la insistencia, sé que adentro está mi imaginación y la hermosura de la que te hizo parte.
Reniego del porvenir flaquito
No quiero.
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