Navegante a la deriva

Entre risas y tragos,

te vuelvo a encontrar.

Había jurado olvidarte,

y no lo pude lograr.

No es fácil dejar de amarte

ni de buscarte con mi mirar.

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Quisiera tenerte

verte cada día al despertar,

volver a besarte

cómo ese día que se nos hizo tarde

y me volví a enamorar.

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No quiero dejar esto para un después,

ni tampoco ser parte de tu ayer.

Ponés mi presente al revés,

y tu sonrisa me hace renacer,

Dios, ¿Que debería hacer?

Si mi boca solo pide por ti,

tu risa me pone en un frenesí.

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Por favor, dame permiso,

dime qué sí,

no quiero hacer caso omiso,

quiero ser digna de ti.

Tomaré tu mano

y huiremos de aquí,

navegaré en un velero

y recorreré tu piel color marfil.

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Mi amor es sincero,

es más que un simple deseo.

No puedo hacer contacto cero,

me volví el barco de Teseo,

cambiaste mi filosofía desde que te conocí.