Sos tan espectacular como el
atardecer que ilumina mi camino
cerca del anochecer.
Vislumbro tu silueta amarilla como
un rayo de luz que entorpece mi
camino al llenar mis ojos de brillo.
El calor me resguarda como un
refugio del frío,
mientras tus ojos marrones son
como una taza de chocolate caliente.
Te sentís como el verano;
tan deslumbrante que cautivas el lugar
y opacas a los demás sin esfuerzo alguno.
Sos tan grandioso como mi parte
favorita del día.
Aquel atardecer que tanto me encanta
salir a observar.
Encuentro un hogar en tus rayos que
me entregan calidez en
el frío invierno que me congela.
Tus ojos son como el café que me
llena de energía,
haciéndome escribir tu nombre
repetitivamente como una melodía
que suena todo el día.
Sos como una canción compuesta
por el ser más perfecto.
Sos el atardecer,
formando la maravilla más grande del cielo.
Sos perfectamente imperfecto como los
colores que te rodean, formando el
atardecer que te envuelve entre sus
tonos anaranjados.
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