nadie va a leerme

Soy consciente de que no me están leyendo, así como yo no los veo leerme. Sé que cada palabra que escriba, a la que le adjudico exactamente un significante, pasará por sus ojos con la metamorfosis de su perspectiva. Y es asombroso. Si por un momento, si por un segundo, lo piensan y esta vez me leen con la objetividad que quiero que me lean: es asombroso. Yo pienso y esquematizo una idea, hablo del color de una rosa o del dulzor de un beso. Pero jamás especifiqué qué tan fuerte era la tonalidad, jamás dije si el dulzor supo a miel o azúcar impalpable. Hay un texto completamente diferente pasando por la retina de un desconocido, ¡un texto mío! ¡Un texto que no conozco y nunca voy a conocer! Me pregunto cuántas historias habré contado. Me pregunto cuántas personas habrán leído un poema que yo no pensé, a pesar de haberlo escrito.

Me pregunto qué tan mal (o bien, asombrosamente bien) los habré leído. Si quien escribió “me gustan las cosas más brutas” habrá leído su escrito en voz alta y habrá puestos los énfasis donde yo los puse. Si habrá cantado el final, si habrá hecho las pausas que creí pertinentes para dar profundidad al verso siguiente. También me pregunto qué leen al leer ésto: ¿están recordando un escrito suyo mientras se perdieron la mitad de lo que dije por no dejar de leer al pensarlo (¿se puede leer sin pensar?)? ¿Están analizando si interpretaron correctamente lo que estoy diciendo? Hasta quizás, podrían estar pensando en redactar un escrito tomando alguna línea de esta reflexión verborrágica como inspiración. O quizás acaban de largar un suspiro porque asumí que alguien podría inspirarse con lo que escribo.

Me gusta pensarme chiquita, completamente insignificante en un mar de interpretaciones que me cambian, me colorean, me desarman, me ensamblan y me convierten en algo nuevo, sin yo saberlo, sin yo quererlo, queriéndolo.

Soy consciente de que no los veo al leerme, también soy consciente de que los imagino leyéndome.

En esta relación parasocial con tintes comunitarios, de repente, ambos creamos algo nuevo.