Te diría te amo pero ese rejunte de fonemas no me basta,
y escribiría sobre tus ojos
y de ese color avellanado tan cálido, tan tuyo,
pero sería superficial, vacío,
no me basta.
No me bastan las horas del día,
para nada últimamente,
¿De esto se trataba?
¿De encontrar un amor tan fuerte
que me mantenga en vila
cuando solo quiero dormir?
Por vos renunciaría a todas las siestas,
con tal de pasar más horas
sonriendote.
O bien podemos
dormir para siempre juntos
¿Qué te parece?
Y todos los días despertar en una misma cama, agazapados, estar contra tu pecho, no me basta, yo quiero meterme abajo de tu ropa, entre tu piel, te dije, entre tu cuello.
La cercanía no me basta.
Todos los días
no nos bastan.
Toda la vida no me basta.
Esta escritura no me basta.
No puedo decir, escribir, recitar
sobre vos y sobre cuánto
siento lo que siento
porque en cualquier lenguaje
pierde sentido.
Tocame el pecho,
poné una mano sobre mi corazón,
te pido que notes la rapidez con la que late cuando te veo,
cuando el cuerpo me reboza de cariño y nada me preocupa
porque vos estás ahí.
Espero eso sea suficiente.
Lo demás es charla banal,
ahora sí, basta.
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