Nací maldito.

Anhelo Cariño

Anhelo la necesidad de cariño.

Extraño de cierta manera el sentimiento de conexión entre dos individuos,

la ternura utópica entre dos individuos que se anhelan.

Y aun así huyo.

Me voy a la primera oportunidad de compartir cercanía,

me voy a la primer prueba de gratitud emocional que nos ofrecemos,

no reparo en despedirme, y

me alejo sin meditarlo.

Anhelo y extraño la ternura.

Aspiro tan fuerte a ella

que cuando la tengo,

me alejo para volverla a necesitar.

Envidio el amor que se tiene el reflejo y la luna.

Anhelo el cariño de dos flores que se agazapan en la eternidad,

y aun así al primer palpitar fuerte de mi latido,

arranco mis raíces y me marchito enfrente de ella.

Nací maldito.

Sé que no es orgullo,

aspirar eternamente a un cariño

y morir al tenerlo.

Nací maldito.

Sé que no es orgullo

querer agazaparme con mi amada eternamente,

y al primer tacto huir para seguir anhelando ese primer cariño, que nunca se me derenraizó del alma.

eterno señor de las casualidades efímeras, encuentros titilantes

y de los romances de ensueño.

Que cuando la toco,

despierto,

y en sueño se queda.

Aspiro a un eterno anhelo,

uno del que no huya,

uno del que mi patria sea donde ella esté,

uno donde la eternidad sea la que agazape

al vernos amándonos.

Pero nací maldito.

El anhelo como el sueño,

en anhelo se queda,

y el sueño,

lo único real,

es el sentimiento de maldición

que me atormenta cuando busco un cariño más cercano que el anterior.

Perdón por pecar de nostálgico, perdón por huir de tu cariño, perdón por apreciar tu despedida más que tu llegada.

No merecías a alguien maldito

No merecías un anhelo que se escapara de las manos cómo agua al primer contacto.

Si te sirve de consuelo, te extraño.

si te sirve de consuelo, me odio.

Si te sirve de consuelo, me araño las manos y me corto el alma cada que te pienso

Si te sirve de consuelo, ya me resigné a estar maldito.

Si te sirve de consuelo, todavía espero que regreses.

Si te sirve de consuelo, aún apareces en mi sueños

Si te sirve de consuelo, te amo.

Gracias a Dios por tu magia.

Gracias por hacer eternos los momentos efímeros las almas maldecidas.

Si te sirve de consuelo, te recuerdo.

Sí te sirve de consuelo, te espero.

Espero no tener que volver a nacer para volver a amar, pero espero que si vuelvo a amar, sea de nuevo a ti, solo así siento que podré volver a nacer.

Gracias a Dios por tu magia, te rezo esperando que mi patria, sea donde tu abrazo aguarda.