Lo que creía.
En quienes creía.
Todo lo que creía.
Quienes en mí creían.
Todo se extingue en el tambaleo.
El puente a la conciencia perece
con la acusación del existir
de la psique de los insensatos.
Quienes escuchan,
pero nadie se expresa.
¡Falsedades!
Los gritos ahogados
que nadie puede escuchar
Quienes construyen locos,
quienes engendran locuras,
temblores
donde antes brotaba la vida.
Se ocultan tras el amor desgastado
de una existencia sin creación
que amansa lentamente el deterioro
hacia la total catástrofe.
Vida y obra de la voz
extinguen el propio calor
en el océano de las hebras
cortadas día tras día,
mientras pesa el corazón
mutilado hasta las rodillas.
Ya no intenta subsistir
en medio de la muerte
de la vida,
al intentar cerrarse,
viene otra vez por esfuerzo
al interntar de nuevo
llega otra vez,
hasta acostumbrarse
a morir, así
ya no intenta existir
en medio de la muerte
de los años.
Sombras en el cuerpo
de la muerte en el océano.

Era
Tratando de explicar la experiencia de querer hacer A y que sea Z, que eso dependa de la manipulación y el abuso. Me hubiera gustado un invernadero en nuestra casa grande y modesta
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