Mientras tus rasgos se encienden
con el ardor de tu alma
es tu esencia la que me llama
no existen las palabras
es el deseo el que navega
incipiente
pidiendo por nosotros
inunda las paredes
danza al compás del viento
y es entonces
solo entonces
que me siento viva
Es mi cuerpo procaz
y mi piel mi ofrenda
mi carne toda tuya
las que entran en desespero
al verte desbordando impudicia
Quiero vivir para siempre en este momento,
quiero arrebatarte la cordura de las manos
y que seas despliegue de pura pasión
de éxtasis
Que no amanezca nunca sobre nuestros cuerpos,
y la noche se vuelva eterna en tus brazos,
que mi nombre se derrita en tu lengua
como un secreto sagrado,
susurrado mil veces solo en mis manos.
Hazme templo de tu deseo,
hazte eterno entre mis piernas,
muere en mis orillas
muere en mis versos desbordados.
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