El sueño se torna vulnerable, no tengo la capacidad de descansar.
Un sueño infinito de sentir la brisa antes del choque final.
El despertar es controversial al tener control racional;
De mi accionar.
Si me levanto temprano me encuentro envuelto en una manta de sobreproductividad.
Producto de mi malestar emocional.
Pasa la aguja sobre las líneas del reloj, todas iguales pero con un distinto significado.
Con miles de segundos, pero no tomo ni uno.
Cada línea asemejada a la realidad rutinaria que me invade.
Un sin fin de:
Pasar.
Marcar.
Señalar;
Un momento puntual en el que todo se detiene.
Y vuelve a retomar.
El click.
El sonidito marcando las 0 en punto.
Un nuevo inicio. El telón se abre y da paso a una luna llena resplandeciente.
El telón se cierra y seguirán estando los oyentes.
LO ESTOY BUSCANDO.
Detuve el reloj.
El tiempo se esfumó.
Tengo el tiempo en mis manos.
¿Qué más poderoso que eso?:
Eso, el tiempo nos tiene.
Probé levantándome de la cama.
Probé tendiendola.
Probé sintiéndome infeliz.
Y probé teniendola.
Está, existe, es real.
Lo ví, te vi, nos vimos.
No es algo, no es alguien.
Es "No sé"
No es perceptible para los ojos humanos.
Por eso hice espacio en mi pecho para que descanse.
Para que no se vaya, amoblé mi pequeña cabaña en las que resuenan risas.
Luces calidas, un sillón diseñado para diálogos.
Una ventana en el que se vea el exterior.
Mirá las nubes, las mariposas unificadas con el viento.
Mi perro enchastrando la puerta.
Mirá, mirá, todo lo que hay. Quédate acá.
Por favor, no abras la puerta.
Y no corras alejandote de mi sin ningún motivo,
Propósito.
Porque estoy cansado de empezar los días
sin saber dónde estás.
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