En el día, me despierta un susurro,
un roce interno que quema sin cesar.
Es la motivación, fuerza que nos lleva a la meta propuesta,
Es la chispa que enciende nuestro ser.
Con su llama ardiente, transforma el cansancio,
En fuerza, en un nuevo ser,
y en cada paso que damos, él nos acompaña con fe.
Nos lleva más lejos, sin mirar atrás.
Pero en la noche oscura, cuando todo se calla,
La motivación desaparece, se vuelve gris.
La duda murmura, la sombra la abraza,
Y la llama se apaga, el camino se cierra.
A veces se pierde en la desgracia del mundo,
se oculta, se esfuma, sin dejar rastro.
Es frágil, es oscura, como un leve recuerdo,
que lucha por quedarse en la oscuridad.
Pero cuando la motivación la encuentra,
regresa con fuerza renovada.
Nos recuerda que siempre que llovió, paró.
Hay un cielo claro, y una meta por alcanzar.
Así, encontramos la luz y la oscuridad a la vez,
Que nos impulsa a seguir, y nos hace caer también.
Es el baile de la vida, entre risas y golpes,
un viaje sin fin, lleno de aprendizaje y progresos.
Y en cada amanecer, volvemos a despertar,
Con la motivación renovada, volvemos a empezar,
Porque en la motivación, hallamos nuestro ser,
Una luz en la noche, un camino por recorrer.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión