Morfina

Algún día aprenderé

a rendirme

en lugar de agotarme.

Algún día me acostumbraré

a que el día no pare de llover.

Algún día seré más paciente.

Siento un vacío,

el sentir de este agujero,

aprendiendo a nadar a contracorriente.

¿Qué es lo que veo en mí?

¿Por qué

me siento con tanta paz

y a la vez con tanto odio?

¿Por qué deseo

sentirme tan melancólico?

¿Por qué quiero que el día

deje de brillar,

que todos tengan esa sonrisa falsa,

sentir que no me estoy rompiendo?

¿Por qué escapo de todo?

¿Por qué no me doy un tiempo

para que deje de llover?

¿Por qué no me replanteo

todo lo que me hace perder?

Algún día

no me mirarán

como ellos me miran.

Algún día

todos estarán mejor.

¿Por qué evito llorar?

¿Por qué me esfuerzo

por algo que ya está muerto

debajo de mi pecho?

Tomo con mucha presión

el tiempo

que estoy perdiendo de mi vida.

Me da miedo seguir

y saber que estoy haciendo mal,

y desperdiciarlo todo.

Porque no sé qué hay

después de cerrar mis ojos.

Mis manos son mis esclavas,

mi mente es una terrorista

que me hace mirar a ambos lados.

Todos están corriendo

del tiempo.

¿Por qué me tratan mal

cuando estoy débil?

Y todos se ríen...

No quiero que me miren

como alguien débil.

Algún día

dejará de llover.

Algún día

moriré, pero no quiero que me vea mamá;

no vale la pena que me vea

en ese estado.

Algún día

estaré conmigo,

gritándome que ya pasó el día,

que me pare porque

viene el infierno ahora.

Y no quiero

que llegue ese día.

A veces duermo de más

para pretender no despertar.

Si me quedo viendo el cielo;

sería algo lindo

o empezar en otra cabeza,

en otra vida.

Sería más fácil escribir.

Algún día estaré mejor en mi cabeza,

haciendo las paces

con lo que está adentro.