Es sábado y siento el tiempo parado. No hay nada que hacer, no hay ninguna meta; solo existir. El tiempo se hace inmóvil y yo tampoco me muevo, no me tomo la molestia de moverme. El aburrimiento me envuelve, como una nube densa y más allá de la nube, nada.
Todo es posible en mi cabeza.
Todo es posible, como un sueño o un deseo.
Pero solo en la cabeza, no más afuera;
afuera todo es más difícil.
Todo es muy simple, mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí, en que no entiendo y no sé si reírme a carcajadas o si llorar de miedo o estarme aquí sin llanto, sin risas, sin rosas, en silencio, asumiendo mi vida, mi tránsito, mi tiempo.
Yo cierro los ojos hacia los demás
para poder mirarme a mí mismo.
Amo este sueño, amo este vacío
tan amplio, tan acogedor.
Acepto esta nada como un regalo.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecitoRecomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión