Mirar a lo largo y ancho

Me siento en la arena todavía mojada por el rio y miro a lo lejos. Una vez escuché decir que siempre hay que buscar mirar a lo largo y ancho para que la vista no empeore.

Yo me empeñé en mirar mucha a esta pantalla que nos trajo una forma de vivir distinta y, claro, mi vista empeoró.

Volvamos a esto: me acomodo y miro a lo lejos practicando eso que escuché alguna vez y veo que las luces del puente de repente se encendien anunciando la noche. Acabo de salir del agua, hace calor pero no ahoga. Me quedo congelada por la imagen y la luna empieza a asomarse de una manera majestuosa, se asoma sin que nadie la pueda parar y no le importa que todos la miren, tampoco lo busca, tampoco lo evita.

Camino por el monte rodeada de árboles y flores, mientras el sol empieza a caer lentamente. Camino en silencio y sólo se escuchan mis deportivas pisando las piedritas del camino. Las aplastan y siguen. Las aplastan y siguen.

No me cruzo apenas con nadie y me paro, de vez en cuando, a mirar hacia el horizonte. Quiero seguir practicando lo de mirar a lo largo y ancho a ver si mi vista deja de empeorar. Encuentro una tela de araña tejida entre las puntas de las hojas de una planta y pienso en cuantas cosas se llegan a sostener con lo mínimo: esa fragilidad y esa perfección seguramente se parezca mucho al amor.

Escucho a algunos pájaros, veo a otros tantos cruzar en forma de flecha, me pongo una canción, la pongo en pausa y me pregunto cuántas veces busco lo que ya sé dónde encontrar.

Me quedo mirando el cielo en el río en completo silencio y sólo imagino. Imagino y sonrío. Tengo conversaciones de esas de un día cualquiera con el convencimiento de que me va a volver a cambiar la vida porque la vida cambia todo el tiempo.

Y de repente lo entiendo: mirar a lo largo y ancho para que se te cure la ceguera. Eso es. Mirar un poquito más allá, querer ver algo más, imaginar lo que sería posible, creer que saldrá, encontrarle la vuelta, descubrir a quién tienes al lado, mirarlx con otros ojos, empezar algo distinto, acabar con la oscuridad abriendo las pupilas, dar un paso más. Aplastar las piedras y seguir.