a ti, mi amiga, mi hermana del alma, mi rayito de color verde en los días grises: me sobran las palabras para agradecer tu presencia en mi vida. nos conocemos desde hace años, hemos sido testigos de nuestras versiones pasadas y, sin embargo, nunca he estado más segura de que es ahora cuando podemos mirarnos la una a la otra y aceptar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
nada ni nadie permanece igual con el tiempo, excepto la esencia del corazón y del alma, que se mantiene intacta. porque, aunque no siempre lo notemos, cruzamos caminos, encontramos personas, vivimos momentos y tomamos decisiones, y todo cambia, a veces de forma sutil, como un suspiro o un parpadeo, ya sea para bien o para mal.
hoy, al mirarte, no puedo evitar sentir una profunda sensación de orgullo y cariño, porque eres una mujer increíble, leal a tus convicciones, a tus emociones y pensamientos. a ti, amiga, gracias por quererme, por cuidarme y protegerme, por ser esa hermana que nunca tuve y que constantemente me enseña sobre el valor, lo bueno y lo malo, el amor genuino de la amistad y su verdadero significado.
te amo muchísimo y quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte, escucharte, leerte y ofrecerte un abrazo cuando lo necesites. no olvides que eres increíble, que tus colores y tu brillo iluminan a los demás, y que te mereces todas las cosas hermosas que la vida tiene para ofrecer.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión