MIEDO DE NOCHE

MIEDO DE NOCHE

La habitación estaba a oscuras. Acongojada, la niña se arrebujó con recelo bajo las sábanas. Tenía miedo, sabía que esta vez el monstruo aparecería en cualquier momento.

 Muchos episodios traumáticos, y esta casa nueva… tan extraña…

El viento golpeaba el vidrio de la ventana, y la desgajada sombra de la rama del árbol pendulaba yendo y viniendo sobre la pared frente a su cama.

Quiso pensar en cosas lindas. Quiso recordar el domingo en el río, quiso recordar la plaza, los dibujitos que pasaban por las tardes en la tele. Pero el miedo, implacable, la dominaba.

-Los monstruos no existen-, le aseguraba siempre su madre.

 Afuera el invierno llovía y los truenos devoraban la habitación con sus poderosos retumbes.

De pronto oyó un chirrido, quejoso, breve. Temblando, la niña corrió apenas las sábanas, y con ojos desorbitados vio cómo las puertas del mueble se abrían lentamente…