Predicó al dios del engaño.
Musa del arte prohibido,
y seguidora de la oscuridad.
Monstruo infernal.
Belleza hipnótica que engaña mi mente con
mentiras disfrazadas en bonitas palabras.
Deidad formidable.
Divinidad atrayente al ojo humano.
Fundadora del manantial de flores en
el refugio de mi corazón.
Dulce tormento de ensueño, tan fácil
fue para mí caer en falsas promesas.
Yo solo soy tu más fiel devota.
Tu palabra es mi verdad absoluta.
Mis ojos son tus ojos.
Yo soy tuya.
Engatusáme en susurros; te seguiría
a dónde fuera que vayas, sin mentira alguna.
Destruí mi corazón en pedazos.
Daña mi alma.
Mi esencia, que existe por
fuera de mi creencia.
La religión que sigo se llama
por tu nombre.
Dulce entierro veraniego.
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