tengo un rastro de pena conmigo,
que me sigue a todas partes.
tal como si fuesen huellas.
un barullo que se asoma en mi oreja, malicioso, doloroso, martirizante,
gira en una danza en el camino en forma de caracol
hasta que se incrusta en lo más profundo de mi ser.
y es que cuesta sacarla, aunque los rayos de luz lleguen a mis extremidades, ¿cómo despierto?
dime cómo lo hago, si me he obligado a este letargo
para protegerme de todo lo que quiero evitar y que a pesar de eso se cuela por allí y por acá,
y se convierte en lamento, que se agolpa hasta que pesa sobre mi cuerpo.
estoy tan agotado, tan agotado de sentir(me) lástima, tan agotado que las lágrimas ni siquiera salen,
se han evaporado dentro de mí.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión