Por mucho tiempo quise que fueras otro,
que fueras distinto.
Me dolían tus palabras,
me dolía tu mirada indiferente,
me dolía tu falta de cercanía.
Tenía miedo y yo tampoco sabía cómo acercarme.
No fui la hija más comprensible.
No entendía de las luchas diarias,
del peso de proveer para cuatro hijos,
todos y cada uno con necesidades, deseos y exigencias diferentes.
Tampoco entendía de tus batallas internas,
esas que, hoy se, todos llevamos. Ni de todas las que habrás tenido en tu infancia que desconozco.
Muchas veces quise que fueras distinto.
Más amable,
mas cariñoso,
mas presente.
Hoy se que hacías lo que podías,
y dabas hasta lo que no tenías.
Hoy se que así como fuiste era
como tenía que ser.
Hoy lo entiendo.
Y aunque muchas veces te sigo renegando
muchas cosas,
he aprendido a aceptarte,
he aprendido a agradecerte,
he aprendido a quererte.
____
Tengo que agradecerle a la escritura haber encontrado un camino de reconciliación con mi papá.
Estuve muchos años enojada, herida. Porque no había sido el papá que yo quería.
Gracias a escribir, pude empezar a desahogar todo lo que jamás le había dicho a nadie.
Gracias a escribir y dialogar con mi niña interior pude empezar de a poquito a contarle que papá había sido el que había podido, que seguramente no había tenido nada de lo que nosotras tanto le exigiamos.
No fue fácil. Requirió de mucho tiempo, de mucho llanto y de muchos autoabrazos. También requirió encontrar la valentía para comunicarme, empezar a poner límites, como quería ser tratada.
Me tomó años llegar a darle un abrazo, y otro tanto más decirle que lo quiero.
Hoy lo veo como abuelo para mi hijo siendo el papá que yo quería y algunos de los agujeritos del corazón de mi niña se van cerrando.
Yo quería una relación distinta con mi papá, así que tomé yo las riendas de la situación, empezar a sanar yo, a entender, a aceptar y agradecer, porque fue perfecto para mi aprendizaje así como fue.
Mi papá es quién es, no puedo cambiarlo yo. La que debía cambiar si quería que haya una relación era yo, a la única que puedo cambiar.
Desde entonces me he llevado muchos recuerdos para mí con mi papá. Cosas que no tuve antes de él, pero si las tuve ahora.
A veces lo sigo renegando, queriendo que sea distinto en algunos aspectos. Y luego recuerdo que es una gran espejo para mi también.
Feliz día pa, te quiero 🧡
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Anto Gómez | Open Heart
Open Heart es eso, mi corazón abierto. Mi escritura más personal, mientras navego la vida y aprendo a vivirla en presencia y en conexión conmigo.
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