Mi nombre sigue en tu cuaderno, firmé la entrada al infierno y supongo que no hay vuelta atrás.
Un sueño lento, lleno de sentimiento. En un suspiro contengo decir: "Esperé tanto para esto"
Sonríes y dices eso que quiero escuchar, es tan poco tú que me hace despertar.
Me destroza la desilusión.
Aún te amo, sin razón.
Tal y como era nuestra vida en abril: Ojos mezclados de café, sufrimiento y un brillo angelical.
Nunca quise que tuviera un final.
Todos dicen que perdimos la oportunidad.
Ellos no saben que lo intenté, en verdad.
"¿Querés firmar?" Dijiste con total tranquilidad.
Me temblaba el pulso, a decir verdad.
Y tal vez lo tachaste, tal vez lo atesoraste, tal vez te arrepentiste. Tal vez, algún día, te pregunten por ese nombre sin forma relevante, ese con una estrella dibujada a su lado.
Cuestionarián las manchas de tinta, los recuerdos desnutridos, lo que sea que fuimos.
Dime, ¿Qué les responderiás?
¿Me insultariás?, ¿Me agradeceriás?, ¿Los ignorariás?
Pero sobre todo, quiero saber: ¿Lo repetiriás, si supieses que escribo tu nombre en mi mente todos los días?
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