Cuál es mi recuerdo más antiguo?. Estos días esa pregunta no se conforma con menos que volverme loco. Mi niñez siempre estuvo nublada, como tapada por una espesa tormenta. No me malinterpreten, si me sumerjo en mi cabeza seguramente afloren las alegrías, tristezas y frustraciones que adornaban esos tiempos. De todas formas, el hilo que une mi historia se hace más delgado conforme miro hacia atrás, hasta el punto que me es imposible encontrarlo.
Sería magnífico tener esa memoria prodigiosa de la que se jactan algunos, y recordar todo lo que vivimos con la claridad de un lago tranquilo.
Recordar, que concepto tan interesante. Mas aun para mi: un ser cuya vida podría tranquilamente tratarse de navegar entre la niebla de un silencioso arrollo. De cierta manera, estoy seguro de que el interior de mi mente se vería exactamente así. Es frustrante a veces, la claridad que todos toman a la ligera no esta presente en mis ojos. Mi mundo siempre estuvo tapado por niebla. Y no creo que eso vaya a cambiar en un futuro próximo. De cierta manera es poética la forma en la que nubla mis ojos. Cómo me aísla del mundo y a su vez me invita a conocerlo paso a paso. Cómo me oculta, me protege, y a la vez me hace sentir tan vulnerable.
Que hay de bello en la niebla?. Lo mismo que llena la mañana de melancolía vuelve tétricas las penumbras de la noche. Ese manto de incertidumbre es aterrador, y a la vez maravilloso. Oculta tanto lo bello como lo horripilante. Te invita a ver y al mismo tiempo no te deja hacerlo.
"Es solo un poco de agua vaporizada", "solo es neblina", "que estupidez"
"No le des tanta importancia".
Recordar. Que concepto tan interesante. Recordar es como la niebla para mí, que vivo nublado, ¿porque?. ¿Por qué me cuesta recordar?. Conozco la niebla como si fuese parte de mi, sus recovecos que ocultan detrás del miedo tantos arcoíris, su efecto hipnótico como el cielo despejado, su necesidad de ver, y su ceguera. Si recordar es como la niebla. Entonces... por qué no podemos simplemente sentarnos y observar?. en algún momento la niebla dejará de nublar mi vista, no se si por memoria, o por la falta de ella pero, luego de tanta niebla el sol se me hacia difícil de recordar.
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Mateo
Un chico que siempre quiso tocar las estrellas y vivir sus sueños. aprendió a volar con relatos y soñar con palabras, he aquí la prueba de ello
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