Mi hogar que no se sentía mi hogar

En el hueco que mi pecho reserva de aquel dolor, desafíos y enfrentamientos con situaciones de desamor, tristes e intensas

Recordé en este momento ese hogar o casa que huía en la primera oportunidad que se presentaba para salir de ahí, por las sombras que me visitan de ese espacio. El hogar no lo encontraba, lo busqué en amores en miradas y en manos que sostenía pero aún así, no lo hallaba

¿Dónde estaba el hogar del que todos hablaban? El que todos habitaban…

Navegando por la noche sobre recuerdos y encuentros con ese vacío que cada vez hundía más, ahí donde quizás dolía estaba la razón por la que no encontraba la paz de habitar en mi espacio, mi lugar.

Entre tanta búsqueda e introspección, juré sentir algo que me hizo comprender que debía seguir en la búsqueda interior. En ese camino que valientemente decidí ir, a pesar que más recuerdos invadía mi mente y sentí romper mi corazón, en ese vacío que cada vez era más oscuro sin poder ver ya por dónde seguir, el camino de pronto se iluminó más y se abrieron las puertas de lo que llamo hoy hogar, del otro lado estaba mi mismo yo pero con otra mirada y otros ojos esperándome.

Aún las noches se sienten perdidas, aún anheló muchas cosas como un poco más de empatía y amor, pero vivo en el hogar de mi mente y mi corazón, en el que nos encontramos de vez en cuando en un respiración leve y sonrisa por dentro de que algún día nuestro hogar llegará.