Mi cuento favorito de Julio Cortázar

No sé exactamente qué es lo que hace que me sea magnético e inolvidable "El otro cielo" de Cortázar. El cuento venía en un libro que se llama Casa tomada y otros cuentos, una antología con los mejores del autor.

No me acuerdo si el libro lo encontré en la biblioteca de mi abuela o en la biblio de alguien más. Casi siempre los libros me llegan o los encuentro; rara vez compro libros. Tendría 16 años cuando lo leí, me acompañó a todos lados porque lo llevaba conmigo cada vez que salía de casa. A "El otro cielo" recuerdo haberlo leído casi en su mayoría mientras viajaba en micro, siempre retomaba la lectura cuando me encontraba en viaje. Se me hacía más llevadero el trayecto a donde fuera y sentía que saboreaba mejor la historia. De todos los cuentos del libro creo que me atrapó la narración tan vívida y visual. Era como si estuviera en Francia y fuera una más de los personajes.

El protagonista es el narrador de su historia. Él se encuentra entré dos cielos, dos realidades, el de Buenos Aires de 1945 y el de París de finales del siglo XIX donde parece haber vivido los mejores años de su vida. Estas realidades se yuxtaponen constantemente como si reflejasen el caos mental del mismo. Por momentos se encuentra con su madre metiche y su dulce esposa (que le parece demasiado insulsa comparada a su amante parisina y al estilo de vida divertida y bohemia que llevaba en sus años dorados) y de repente puede estar bebiendo con sus amigos en su taberna favorita.

Constantemente se desdibujan los límites entre ambas realidades, sueña despierto con su vida parisina en el sillón de su casa o vagando de noche por las calles bonaerenses como lo hacía en su juventud. Pero ya no en aquellas galerías qué en su interior guardan todo tipo de realidades, ya no en esas calles oscuras en las que un asesino de prostitutas se esconde y del que disfruta su acechanza. Porqué de una forma enfermiza, siente que proteje a Josiane. Porque puede retenerla en sus brazos un poco más, y en su memoria también.